Bodegas Igarmi
Nuestra historia
Bodegas Igarmi (antes Bodegas Igareda Miera) es el presente de una tradición que, desde 1890, se caracteriza por su calidad y su atención a sus clientes. Una empresa familiar cuya pasión y dedicación por el vino ha permitido embotellar y comercializar vinos con una relación calidad-precio inigualable, con una buena valoración en el mercado y por parte del consumidor.
Nuestro largo recorrido nos ha convertido en la bodega más grande de Cantabria con una capacidad de almacenamiento tal (aproximadamente un millón de litros) que nos sitúa como la empresa vinícola y una de las distribuidoras de vino con mayor presencia en la cornisa cantábrica. Estos años de trabajo y esfuerzo han repercutido en una gran aceptación y valoración en el mercado y nuestros consumidores.
Comercializamos y distribuimos numerosos vinos de calidad de diferentes denominaciones, entre ellas, Rioja, Cigales, Ribera de Duero, así como otras marcas de elaboración propia.
Nuestro objetivo como empresa es proporcionar al cliente el mejor producto y la mejor atención, tanto en cliente mayorista como minorista; y para ello seleccionamos la materia prima con mejor calidad, aportando un cuidado especial y mucha experiencia en su manejo.
Bodegas Igarmi
Equipo de prestigio
Somos un gran equipo humano de más de 30 personas comprometidas para proporcionar al cliente el mejor producto y la mejor atención por los que nos distinguimos. Disponemos de una flota de 20 vehículos para el reparto y distribución de productos por toda Cantabria y comunidades limítrofes.
Bodegas Igarmi dispone de 3000 m² de instalaciones en la localidad de Heras con una capacidad de almacenamiento de, aproximadamente, un millón de litros, siendo la bodega más grande de Cantabria.
La especialización en vinos blancos de crianza bajo velo de flor y los vermuts han proporcionado a la bodega un gran prestigio en la hostelería de la zona. La crianza bajo velo de flor es un proceso natural, de cierto tipo de vino blanco, en las soleras de roble. Requiere de un cuidado especial y mucha experiencia en su manejo para evitar su deterioro. Los matices que proporciona este tipo de crianza y su posgusto, largo y ligeramente amargo, es un placer único y difícil de igualar por otros caldos.
En la elaboración de nuestros tintos se utilizan las técnicas más tradicionales, fusionadas con las últimas tecnologías, como la microfiltración o la microoxigenación; técnicas muy respetuosas con el medio ambiente y con el propio caldo.